miércoles, 22 de agosto de 2012

Por amor al odio.♥

Que pronto se hace tarde, le escribí mirando al tiempo, el tiempo pasa, un día más es un día menos, al menos ya no nos echamos de menos si no nos vemos. Esto es para el que hablo mal de mi pero no me conoció. Hay más odio a primera vista que amor platónico, sociedad materialista, el dinero es lo único.
Ama con locura el amor no dura pa' siempre, nunca digas nunca pero nada es para siempre. Odio ser incapaz de amar en toda regla, aquí dentro tengo paz, pero ahí fuera he de dar guerra. Me ajusto a la vida pero la vida no es justa, quien yo quiero no me quiere y quien me quiere no me gusta. Amarse a sí mismo no es egoísmo, para amar a los demás primero aprendí a amarme a mi misma.
Odio caer, odio tener que levantarme, odio madrugar, odio despertarme tarde. ¿Me amas? ¿A cuántos más con las mismas ganas?

Alomejor si nos esforzamos puede volver a quedar bien, depende de nosotros.♥



Hola, es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte, aunque sea tarde. De escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar, que no vas a recibir nunca, que como tú me enseñaste, en cuanto acabe de escribirla la quemaré, mis sentimimentos se pondrán a arder, y así el dolor, ¿cómo decías tú? Ah ya, así el dolor no se te queda tan dentro. Esta vez quiero dejarlo claro, sería una imbecil si no gritara que me he equivocado contigo, que la he cagado pero bien, desde el principio, que he intentado avanzar sin apartar antes las cosas que me lo impedían, agarrada al pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar, que locura, me he empeñado en quedarme ahí, en medio de un lado y del otro, sin perdonar, sin perdonrame, sin avanzar. ¿Dónde está el secreto del futuro? Puede que esté en fijarse bien, y en avanzar, mirar más cerca, más, tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro, claro, hay cosas que pasaron antes, mucho antes. No quiero esperar milagros, sólo que las cosas pasen, o no, si o no. Yo ahora lo tendría claro, pero ahora no depende de mi, sino de ti. Te quiero.

martes, 21 de agosto de 2012

Nadie es imprescindible ; ni tú.♥

Puede que me rinda, porque eres totalmente imposible. No hay tren que coger contigo. Alomejor mi cerebro ha optado por decidir que reventarse contra el asfalto seria buena idea. Y tal vez se me hayan cruzado los cables y por casualidad han formado tu nombre. Últimamente ninguno de mis órganos responde. Excluyo a mi corazón, porque palpita de manera imparable cada vez que te ve. Pero hasta hace poco esta hecho mierda porque no apareces. Mis pupilas grabaron tus labios al mencionar que lo mejor era olvidarlo. Tus pupilas grabarían mi cara de imbécil. Y te fuiste sin más. Dejando hundirme por completo en ese mar de lágrimas. Poco a poco voy cogiéndole ganas a la vida. He de admitir que nunca fuiste ni serás esa tercera piedra con la que se tropieza. Ni serás esa persona que me marque por siempre. Porque nadie es imprescindible. Ni tú.

Querida vida:♥


Cada día eres más jodida y te me haces más cuesta arriba. Cada día me haces tropezar con una piedra con la intención de reírte de la hostia que ésta conlleva, aunque a veces consiga evitarla. Siempre estás ahí, para reírte. Ver como los amigos se alejan, los amores se pierden, los recuerdos vuelven y la nostalgia te invade en el peor de tus días. Vida. Cada día es más difícil. Me has visto con los ojos llorosos, el corazón ensangrentado y las rodillas solladas de tanto caerme, apunto de rendirme y sin un maldito último respiro para calmar el dolor que tenía en mí, y no te has atrevida, puta vida, a cederme un jodido pañuelo. Eso no limpia las heridas pero créeme, alivia. Es como los abrazos que se dan después de haber extrañado tanto a una persona. O los abrazos que te dan cuando estás llorando, que te hacen llorar aún más. Pero no, ¿para qué? ¿por qué me haces esto?. Cada día eres más perra. Te gusta verme en el suelo, te gusta ver como me arrepiento de los errores cometidos, como no duermo cada noche pensando en lo que pudo ser y no fue o en lo que podrá ser. En la indecisión de si actuar o no: de abandonar o intentarlo un poquito más. Pero no importa, ya es tarde para eso porque he aprendido a sobrevivir, a sobrellevarte, a afrontarte. Sigo sin aprender como evitarte porque eres intocable. Pero te juro que sí aprendí a no dar la espalda a los problemas. A afrontarlos con madurez y no rendirme nunca. Aprendí que el secreto para permanecer en pie era ser yo misma, actuar con el corazón, atreverme con osadía, perder con clase y ganar con humildad. Me enseñaste a base de hostias que las heridas del corazón duelen más que las de las rodillas. Me enseñaste a caerme y levantarme, a seguir adelante y no mirar atrás. Aprendí a no creer en dioses, en mitos, en leyendas. Aprendí a creer en mí. A valorarme, a luchar por lo que quiero y no abandonar mis sueños. Y eso me hace quien soy. Así que querida vida, lamento decirte que otra vez estoy de pie, continúa.